13/1/15

Reforma Laboral a Ciegas

EL MUNDO del trabajo requiere de una legislación moderna que permita generar más empleos, incrementar salarios, productividad y velar por mejores condiciones laborales tanto para trabajadores como para empresas. La necesidad de una reforma laboral es indiscutible.
Por lo que se sabe, la propuesta del gobierno pone énfasis en los aspectos ligados a la sindicalización y la negociación colectiva, sin necesariamente tomar en cuenta aspectos estructurales a la relación entre empresas y trabajadores. ¿Dónde está la evidencia para determinar que ésta es la principal falencia o prioridad de reforma para nuestro mercado laboral? 
Para generar una reforma adecuada es necesario contar con información más detallada sobre nuestra realidad laboral. Lamentablemente los datos a los que se puede tener acceso son aún a nivel muy agregado, lo que dificulta estudiar los efectos y alcances que tienen los cambios sugeridos por el gobierno.
Es fundamental solucionar esta falta de información si queremos construir una reforma integral. Hoy tampoco existe información sobre las necesidades de las empresas en términos de habilidades de los trabajadores o incluso sobre la calidad de los empleos que entregan. Es impresentable que, por falta de datos, Chile esté excluido de más del 50% de los cuadros contenidos en el último reporte de empleo que lanzó la Ocde este año, hecho que impide las comparaciones internacionales y, por ende, mejores diagnósticos. 
A la luz de los escasos antecedentes de datos existentes en lo que se refiere a sindicalización y negociación colectiva, nuestro país parece no diferenciarse demasiado de lo que se observa en otros países. La baja participación de los sindicatos en la economía es un fenómeno que se repite en varios países de Latinoamérica y también de la Ocde, cuya tasa de sindicalización supera levemente el 17%. Chile alcanza un 14,6% y no existe evidencia de presiones indebidas de los empleadores para que sea mayor. En la encuesta laboral del 2011 el 52% de las razones para no generar sindicatos es la falta de interés o la poca utilidad que tienen. Por lo tanto, se requiere ser más cautelosos en los análisis que se proponen. 

El énfasis declarado de la reforma de aumentar la sindicalización en Chile parece loable pero puede terminar siendo contraproducente. Si los espacios de negociación no son ampliados, entendidos como aquellos necesarios para lograr mayor flexibilidad y autonomía para llegar a acuerdos, la negociación colectiva sólo terminará acentuando el conflicto, en vez de construir espacios para la cooperación entre las partes.  
Una reforma de esta importancia requiere contar con información de calidad para allegar buenos diagnósticos. La evidencia señala que la reforma laboral que Chile necesita va más allá de los temas de negociación colectiva. Hoy las cifras con que contamos nos muestran como uno de los mercados laborales más rígidos de la Ocde, con alta prevalencia de contratos temporales, bajos salarios y que es poco inclusivo con los grupos de jóvenes y mujeres. Se trata de temas urgentes que la anunciada reforma del gobierno parece dejar relegado a un segundo plano. Por lo tanto, es momento de que hablemos en serio del asunto.


0 comentarios:

Publicar un comentario